(Traducido líbremente por Antonio Trigo Oliver)

Me perteneces,
desde el momento en que vi tu rostro,
esto es lo único que no puedo sustituir.
Te pertenezco,
y cada día es un día perfecto,
y aún más cuando oigo que dices:

Me perteneces,
eternamente y por siempre, justo igual que el cielo;
me perteneces,
no me importa lo que digan, y no sé por qué.

Me perteneces,
eternamente y por siempre, eres la única,
y me perteneces.

Fuimos hechos para juntarnos,
y sé que tú sientes de la misma forma que yo,
yo sólo quiero estar cerca de ti.

El amor llegó muy fácilmente,
todo este sentimiento no lo puedo esconder,
¡nos hace tan cercanos y tan desconcertados ...!

Me perteneces,
eternamente y por siempre, justo igual que el cielo;
me perteneces,
no me importa lo que digan, y no sé por qué.

Me perteneces,
eternamente y por siempre, eres la única,
y me perteneces.

Tú sabes que te pertenezco,
yo sé que me perteneces.

Me perteneces,
eternamente y por siempre, justo igual que el cielo;
me perteneces,
no me importa lo que digan, y no sé por qué.

Me perteneces,
eternamente y por siempre, eres la única,
y me perteneces.